Las distintas actividades que se realizaron el 9 de marzo de 2020 fueron trabajadas de forma colectiva entre profesoras, asistentes de la educación y estudiantes. Dividiéndose la jornada en una primera parte de planificación, diseño y creación de comisiones de trabajo, luego en la implementación como tal, en la cual participaron sólo las estudiantes mujeres del establecimiento, asistentes de la educación y profesoras.
Toda la jornada nació a partir de la inquietud y motivación de un grupo de alumnas por las movilizaciones feministas realizadas en Chile el 8 y 9 de marzo. Por tanto, fueron ellas quienes marcaron las pautas de lo que íbamos a realizar ese día, e incluso solicitaron el permiso en dirección para que todas las estudiantes del liceo pudieran estar fuera de las aulas. Así nació una serie de hermosas actividades que buscaban concientizar sobre la equidad, la violencia de género, el acoso y sobre todo, fortalecer los lazos de sororidad entre todas las mujeres de la comunidad liceana.
El día por tanto, empezó con una revolución que se apoderó del establecimiento, desarrollando las siguientes actividades:
Acto de conmemoración.
Intervención en pasillos con imágenes de mujeres y sus historias.
Charla de violencia en el pololeo.
Círculo de confianza.
Elaboración de afiches sobre experiencias de acoso.
Performance "Un violador en tu camino"
Mural con mensajes de empoderamiento femenino.
Describiré aquí la actividad de la que estuve a cargo: El círculo de confianza.
Para realizar la actividad nos ubicamos en la cancha del establecimiento y nos dividimos en grupos de 4 a 5 mujeres, donde cada una contaba una experiencia en la que nos hayamos sentido acosadas, inseguras, incomodas o inferiores. Esto generó un clima muy cercano, de escuchar y empatizar, fue tan liberador que incluso muchas lloraron o se enfurecieron contando sus experiencias. Cuando se terminaba un relato. las integrantes daban muestras de afecto y frases de compresión a la mujer que contó su historia. Cada grupo debía resumir en una cartulina aquellas experiencias, por medio de dibujos, conceptos, poemas, etc. Para finalizar toda la sesión, realizamos un gran círculo con todas las participantes, donde una representante de cada grupo se acercaba al centro para mostrar el trabajo que habían realizado, al termino de cada exposición, y a modo de catarsis, todas gritábamos "te creo, te entiendo y te defiendo".
Toda la actividad terminó con aplausos y abrazos, las estudiantes se sentían empoderadas y con una energía vigorizante. A pesar de que la actividad fue al aire libre y participamos al rededor de unas 100 mujeres, fue una experiencia muy íntima que nos acercó mucho, sobre todo en el momento de compartir experiencias, pues pudimos reconocer en otras mujeres de distintas edades vivencias similares.